Año: 2005
País: Italia
Duración: 90 min.
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Roberto Faenza
Guion: Roberto Faenza, Giacomo Faenza
Música: Andrea Guerra
Fotografía: Italo Petriccione
Reparto: Luca Zingaretti, Alessia Goria, Corrado Fortuna, Giovanna Bozzolo, Francesco Foti
Don Pino es destinado a la parroquia de San Cayetano, situada en Brancaccio, un conflictivo barrio de Palermo donde el nuevo sacerdote creció. Su acción pastoral estará muy centrada en proteger a los niños de la zona, pues la mafia se vale de ellos para sus ilícitas actividades. El párroco tratará de apartarlos de los peligros de la calle e intentará mejorar las precarias condiciones del distrito. Sus nobles aspiraciones, inevitablemente, le pondrán en el punto de mira de la camorra.
Alla luce del sole relata la historia real de Giuseppe «Pino» Puglisi, un hombre cuyo compromiso con el Evangelio prevaleció sobre un temor que silenciaba a sus vecinos. Precisamente, lo fácil para él habría sido, más que mirar hacia otro lado, resignarse por ser David luchando contra Goliat.
La película nos muestra el modo en que el religioso se irá convirtiendo en el referente moral de Brancaccio y, como consecuencia de ello, en una figura incómoda para la mafia. Lejos de amedrentarse ante las amenazas de los malhechores, ahondará en su labor espiritual y social en favor de los más débiles, siendo consciente de que su presencia allí es un motivo de esperanza para muchachos vulnerables, que hasta entonces estaban abocados a la delincuencia.
Roberto Faenza es el responsable de este largometraje, galardonado con el Premio David de Donatello de la Juventud, entre otras distinciones. El realizador italiano expone, en tono de denuncia, unos hechos acontecidos a principios de los noventa. Contó con un buen trabajo del reparto, en el que destaca la aportación de un Luca Zingaretti muy metido en el papel protagonista.
Años después del estreno de este título, «Pino» Puglisi fue beatificado en Palermo en mayo de 2013, en una ceremonia oficiada por el cardenal Salvatore de Giorgi, como delegado del papa Francisco. Se estima que al multitudinario acto acudieron más de cien mil fieles.