Año: 1959
País: Estados Unidos
Duración: 214 min.
Género: Aventuras, Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +7
Director: William Wyler
Guion: Karl Tunberg
Música: Miklós Rózsa
Fotografía: Robert Surtees
Reparto: Charlton Heston, Jack Hawkins, Haya Harareet, Stephen Boyd, Hugh Griffith, Martha Scott
El hebreo de noble linaje Judah Ben-Hur y el tribuno romano Messala son dos viejos amigos, cuya relación se convierte en enemistad, cuando Judah rehúsa respaldar el sometimiento de los romanos a su pueblo. Tras ese desencuentro, un día, mientras observa junto a su hermana el paso de las tropas ocupantes por delante de su casa, unas tejas se desprenden fortuitamente sobre la comitiva, haciendo caer al nuevo gobernador de su caballo. A raíz del incidente, Messala toma la determinación de condenar a Judah y a su familia, acusándolos de haber intentado atentar contra el gobernador.
Esta colosal producción refleja a la perfección la capacidad de Hollywood para entretener y narrar grandes historias. Tras su espectacularidad, todavía sorprendente en una época dominada por las técnicas informáticas, se encuentra un estupendo relato de amor, odio y perdón.
La novela más popular del general Lew Wallace ya había dado lugar a una lograda versión muda, en 1925, y sería la base de esta película aún mayor, dirigida por William Wyler. El cineasta supo sacar partido del enorme despliegue de medios de la Metro-Goldwyn-Mayer y, a la vez, indagar con destreza en los conflictos personales de sus personajes.
A lo largo de tres horas y media somos testigos del itinerario físico y emocional de un Judah Ben-Hur movido por su sed de venganza hacia Messala, una vez que este encarcela a su familia. Pero en su camino hacia las galeras empezará a vislumbrar una perspectiva muy diferente en Jesús de Nazaret, cuyo rostro no es visible en ningún momento, siguiendo la tendencia de aquellos años. La influencia del mensaje del Maestro será trascendental en el transcurso de la cinta.
No se puede hablar de Ben-Hur sin mencionar su épica carrera de cuadrigas, escenificada únicamente con sonido ambiente, dando pausa a la excelente banda sonora de Miklós Rózsa. Fue el fruto de un gran trabajo de preparación y rodaje, que también precisó de un complejo proceso de edición para sintetizar el extenso material rodado en unos diez minutos, en una relación de 263 a 1. Por otra parte, hay que subrayar la labor del reparto, conformado por un intenso Charlton Heston, en el papel de su vida, y unos secundarios tan brillantes como Stephen Boyd, Jack Hawkins o Hugh Griffith.
El film fue premiado con once Oscar: mejor película, director, actor -Charlton Heston-, actor de reparto -Hugh Griffith-, montaje, fotografía -color-, banda sonora -drama o comedia-, dirección artística -color-, vestuario -color-, sonido y efectos especiales. Sus once estatuillas solo han sido igualadas por Titanic y El señor de los anillos: El retorno del rey, aunque ambas tenían la ventaja de competir en apartados no existentes en la década de los cincuenta. El título, además, fue galardonado con tres Globos de Oro, incluyendo el correspondiente a la categoría de mejor largometraje -drama-.