Películas infantiles
Introducción
El cine infantil suele tratar argumentos comunes como la amistad, la familia, el trabajo en equipo o el esfuerzo para superar las adversidades. En esta sección te hablamos de películas que tienen algunos de estos valores universales y prescindimos de las que son poco más que un pretexto para vender entradas y no aportan nada especial.
Para facilitar la búsqueda, el apartado está dividido en seis temáticas. Las que más cintas contienen son las correspondientes a la animación en 3D y a los dibujos animados. Este último fue el método predominante durante décadas, en un periodo donde Walt Disney prácticamente monopolizó la animación para niños.
Con la llegada de Pixar, y en particular de Toy Story a mediados de los noventa, la animación dio un giro, no solo por los novedosos procedimientos digitales utilizados, sino porque las temáticas comenzaron a presentar elementos de interés también para el público adulto. A esta tendencia se sumaron otros estudios, como DreamWorks, e incluso Disney acabó pasándose al 3D.
Al margen de esta técnica y de Hollywood, hay alternativas del nivel del Studio Ghibli japonés, que se ha ganado el corazón de muchos espectadores con historias realmente originales, animadas con métodos tradicionales, mediante los que imprimen un particular sello a sus obras. En Europa destaca la labor que viene haciendo la compañía irlandesa Cartoon Saloon, que ha llevado a cabo varios largometrajes de una gran calidad artística.
Dejando de lado la animación encontramos valiosas producciones de aventuras, comedia y fantasía. Dentro de este ámbito infantil, entre los títulos de acción real, hay algunos tan logrados como La invención de Hugo, La princesa prometida o la mítica E.T., el extraterrestre.
Aparte del potencial del cine como medio de entretenimiento, igualmente tiene unas interesantes posibilidades educativas para los pequeños. Aunque esta cualidad no es aprovechada por todas las películas. Por eso, no está de más contar con referencias para conocer esos filmes que merecen la pena y suponen una buena ocasión para que padres e hijos compartan un agradable tiempo de ocio.