Año: 1916
País: Italia
Duración: 88 min.
Género: Drama, Histórico
Categoría: Películas cristianas
Edad: TP
Director: Giulio Antamoro
Guion: Giulio Antamoro, Ignazio Lupi, Fausto Salvatori, Maurice V. Samuel
Música:
Fotografía: Renato Cartoni
Reparto: Alberto Pasquali, Amleto Novelli, Leda Gys, Augusto Mastripietri, Amalia Cattaneo, Maria Caserini
Este largometraje italiano sobre la figura de Cristo permaneció perdido durante muchos años hasta que, a principios de siglo, fue recuperado y presentado por la Santa Sede en el Festival de Venecia, después un cuidadoso trabajo de reconstrucción, a partir de fragmentos repartidos por distintos países. Detrás de esta azarosa labor estuvo la productora Titanus, impulsada por su director general, Goffredo Lombardo. Con la restauración de la película, el productor quiso rendir tributo a su madre, la actriz Leda Gys, que interpretó a la Virgen María en Christus.
El relato inicia con la escenificación de la Anunciación y finaliza con el capítulo de la Ascensión. Su desarrollo tiene la particularidad de dedicar varios minutos a mostrar la vida oculta de Jesús, acercándose a la etapa en que residió con sus padres en Egipto. Por otra parte, la estimable fotografía dejó estampas muy bellas, algunas de ellas inspiradas en conocidas obras de arte, como La Anunciación de Fra Angélico, La Última Cena de Leonardo da Vinci o la Piedad de Miguel Angel.
La filmación dio comienzo en 1914 y transcurrió, principalmente, en localizaciones de Palestina y Egipto, con la participación de un buen número de extras. Asimismo, contó con la dirección de Giulio Antamoro y con el protagonismo de Alberto Pasquali, cuya representación del Maestro hace un especial énfasis en su carácter divino.
El metraje del film superó al de sus precedentes más destacados: la cinta francesa Vida y Pasión de Jesucristo y la norteamericana Del pesebre a la cruz. No obstante, su repercusión entre el público fue inferior, aunque tuvo una estimable distribución tras su estreno en 1916, desembarcando en diversos países de Europa y dando el salto a Estados Unidos. Incluso llegó a proyectarse en el Santo Sepulcro, en 1928.
