Año: 1947
País: México, Estados Unidos
Duración: 104 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: John Ford, Emilio Fernández
Guion: Dudley Nichols
Música: Richard Hageman
Fotografía: Gabriel Figueroa
Reparto: Henry Fonda, Dolores del Río, Pedro Armendáriz, J. Carrol Naish, Leo Carrillo, Ward Bond
En una nación indeterminada de Centroamérica, el gobierno ha prohibido la libertad de culto y los religiosos son perseguidos por las autoridades. Un sacerdote decide emprender la huida hacia la costa, tratando de escapar de la clandestinidad en la que se encuentra, debido a su temor a ser víctima de represalias. El clérigo se verá abocado a recorrer un azaroso camino, a través de un lugar azotado por el caos y la corrupción.
El fugitivo es una de las películas más atípicas de John Ford, un cineasta cuyas creencias cristianas quedaron plasmadas en su filmografía, en títulos como ¡Qué verde era mi valle! o El hombre tranquilo. Sin embargo, nunca abordaría la fe de una manera tan directa. El resultado de este largometraje rodado en México dista mucho de sus mejores obras. El norteamericano, de origen irlandés, contó con la colaboración no acreditada de Emilio Fernández, en labores de realización, y con un reparto conformado por intérpretes estadounidenses y mexicanos.
Estamos ante un drama contemplativo y tenebrista, ciertamente carente de tensión, aunque no de interés. Está considerado como un título menor de su director y no gustó ni al guionista Dudley Nichols ni a Graham Greene, autor de la novela El poder y la gloria en la que se basa el relato. Pese a las críticas, John Ford siempre defendió este trabajo, colocándolo entre los más personales y destacados de su carrera.
Tampoco quedaría muy satisfecho Henry Fonda, quien compone el personaje de un lacónico sacerdote, paralizado por el miedo e inmerso en un arduo debate interno, al constatar que su presencia, más que nunca, es de vital importancia entre los fieles. Estos deambulan desorientados sin un pastor. Al inicio de la cinta se evita relacionar la historia con la Guerra Cristera, pero su correspondencia con este conflicto es evidente.
El film fue galardonado por la Organización Católica Internacional del Cine (OCIC), en el Festival de Venecia, en 1948.