3,5 estrellas
7
Francisco, juglar de Dios
Título original: Francesco giullare di Dio
Año: 1950
País: Italia
Duración: 75 min.
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Películas cristianas
Edad: TP
Director: Roberto Rossellini
Guion: Roberto Rossellini, Federico Fellini, Antonio Lisandrini, Félix Morlión, Brunello Rondi
Música: Renzo Rossellini
Fotografía: Otello Martelli
Reparto: Nazario Gerardi, Aldo Fabrizi, Peparuolo, Severino Pisacane, Roberto Sorrentino

Justo en el ecuador del siglo pasado, el italiano Roberto Rossellini firmó el mejor acercamiento efectuado por el cine a la figura de san Francisco de Asís. Su película se divide en once episodios, basados en las Florecillas y en la Vida de fray Junípero. El relato fue escrito por el propio Rossellini, con la colaboración de Federico Fellini y de otros tres guionistas, entre ellos el no acreditado Brunello Rondi.

El largometraje plasma el espíritu alegre y caritativo de aquellos primitivos franciscanos. Al igual que sucede en las Florecillas, el conjunto es tan simple en apariencia como profundo en su contenido. Queda reflejada la búsqueda de la perfección evangélica de los hermanos menores, la armonía con la que convivían y su apego por la naturaleza, mediante la escenificación de pasajes cotidianos. En el film hay algunos capítulos más logrados que otros y, entre todos, destaca la bella recreación del encuentro de Francisco con el leproso.

Siguiendo las pautas del estilo neorrealista, Rossellini optó por conformar el reparto con actores no profesionales, salvo excepciones puntuales como la de Aldo Fabrizi, con quien el realizador había trabajado en la emblemática Roma, ciudad abierta. El resto de los intérpretes eran, en su mayoría, auténticos frailes. Concretamente, en el hermano Nazario Gerardi recaería el honor de representar al Pobre de Asís.

Estamos ante un biopic nada convencional, entre otros aspectos, porque no se centra exclusivamente en san Francisco. El objetivo de la propuesta va encaminado fundamentalmente a captar la esencia del carisma franciscano, cimentado en vivir el Evangelio sin glosa y transmitirlo a los demás. En la cinta tiene un especial protagonismo el ingenuo fray Junípero, quien fue uno de los primeros miembros de la nueva orden. Clara le apodó el Juglar de Dios, un apelativo que inspiraría el título de esta obra.

Francisco, juglar de Dios (fotograma)