3 estrellas
6
Kung Fu Panda 3
Título original: Kung Fu Panda 3
Año: 2016
País: Estados Unidos, China
Duración: 95 min.
Género: Animación, Aventuras, Comedia
Categoría: Películas infantiles
Edad: TP
Director: Alessandro Carloni, Jennifer Yuh
Guion: Jonathan Aibel, Glenn Berger
Música: Hans Zimmer
Fotografía:
Reparto:

El grandullón Po, también conocido como el Guerrero del dragón, es nombrado por el maestro Shifu como su sucesor. La toma de contacto de Po con un cargo de tanta enjundia es, unánimemente, valorada como poco afortunada. Mientras el propio elegido se plantea si realmente está capacitado para lidiar con semejante cometido, encuentra a su padre biológico, Li Shan. Con él viaja hasta un poblado secreto de pandas para descubrir sus orígenes. Antes de que pueda acomodarse al idílico lugar, recibe la noticia del rápido avance del malvado Kai, que está derrotando a todos los guerreros que salen a su paso. Para hacer frente a sus grandes poderes, a Po no le quedará más remedio que preparar para la batalla a los indisciplinados y comilones osos de la aldea.

Nueva vuelta de tuerca a la exitosa franquicia de Kung Fu Panda, en esta ocasión cofinanciada por China, que por primera vez participa en una superproducción estadounidense de animación. Si los precedentes eran ya respetuosos con las tradiciones orientales, obviamente, esta propuesta no lo es menos, a la vista de la cálida acogida que están teniendo las aventuras en tierras chinas.

La película ha contado con la dirección de Jennifer Yuh, responsable de Kung Fu Panda 2, y de Alessandro Carloni, que formó parte del equipo técnico de esta. En cuanto al guion, apuntar que ha vuelto a recaer en los autores de las anteriores, Jonathan Aibel y Glenn Berger, que han optado por una trama pretendidamente sencilla, cuya máxima es la de entretener.

Po tendrá que adaptarse a otras exigencias con las situaciones que se le plantean. A través de este argumento el largometraje apela a la búsqueda de nuevas metas, aun a costa de asumir riesgos y de no conformarse con aquello que cada uno hace bien. Asimismo, la cinta tiene un importante contenido familiar, impulsado por la aparición del progenitor de Po, cuya irrupción genera ciertos celos en el señor Ping, su padre adoptivo.

El film despliega una animación excelente, dotada de una gran calidad cromática. Además, se ha utilizado bien la banda sonora de Hans Zimmer, para potenciar unos momentos épicos que se presentan hábilmente mezclados con toques de humor.

Kung Fu Panda 3 (fotograma)

El señor Ping, todo un padrazo

Uno de los personajes más ocurrentes de la saga es, sin duda, el señor Ping. Se trata de un ganso que regenta una tienda de fideos y adora su trabajo. Para remarcar este aspecto, porta un sombrero con forma de plato de fideos, que incluye un par de palillos. Su sueño es que Po siga con el negocio familiar que levantaron sus antepasados, pasando por alto que su retoño pueda tener otras aspiraciones. No obstante, cuando los acontecimientos consagran a su hijo como maestro del kung fu, acepta su camino y se siente orgulloso de él. Sin embargo, no dejará de hablar como a un chiquillo a todo un ídolo para los habitantes del Valle de la Paz.

Uno de los mayores aciertos a la hora de definir al personaje son sus contrastes. Estamos ante todo un negociante que aprovecha la popularidad de Po, como Guerrero del dragón, para promocionar su restaurante, decorándolo con carteles de las hazañas de su hijo. En una divertida secuencia de Kung Fu Panda 2, al entrar Po en su establecimiento, entre las reverencias de los comensales, el señor Ping les dice a sus clientes que en honor al ilustre visitante servirá tofu de postre gratis a todos, añadiendo tras un instante de júbilo general: «Pero hay que pedir el menú».

Ese comerciante en estado puro es, a la vez, un padre entrañable, pese a sus defectos. Siempre está pendiente de la alimentación de su hijo, preocupado de que no pase hambre, aunque el oso panda sepa nutrirse generosamente. Ping representa y asume también el papel de madre.

Hasta la segunda parte de las aventuras del oso guerrero no se desentraña el desconcierto sobre la paternidad del ganso. Ante las preguntas de Po sobre su falta de parecido con el señor Ping, este se ve obligado a contarle que es adoptado. Acto seguido, asistimos a una tierna historia que nos relata cómo llegó en una cesta hasta su restaurante, decidió acoger al pequeño osezno junto a él e intentó saciar -no sin esfuerzo- su gran apetito.

La tercera entrega le plantea a Ping un nuevo reto, al aparecer en escena el padre biológico de Po. Teme que esto pueda relegarle a un segundo plano, si bien, en este punto, la película resalta el valor de los lazos afectivos, dando continuidad a una relación paternofilial que constituye una de las tramas más interesantes y logradas de Kung Fu Panda.

Señor Ping