3 estrellas
6
Marca de vida
Título original: Lifemark
Año: 2022
País: Estados Unidos
Duración: 110 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Kevin Peeples
Guion: Kevin Peeples, Alex Kendrick, Stephen Kendrick
Música: Kyle McCuiston
Fotografía: Bob Scott
Reparto: Raphael Ruggero, Kirk Cameron, Rebecca Rogers, Justin Sterner, Dawn Long, Alex Kendrick

David, de dieciocho años, tiene una apacible vida con la familia que lo adoptó al poco de nacer. Su realidad da un vuelco al enterarse de que su madre biológica, Melissa, quiere conocerlo. Es entonces cuando, de forma inesperada, se adentra en una nueva etapa con el incondicional apoyo de sus padres adoptivos, Jimmy y Susan.

Los hermanos Kendrick están detrás de esta película inspirada en una historia real, contada previamente por un documental titulado I Lived on Parker Avenue. El dúo de cineastas baptistas ha delegado la dirección en Kevin Peeples, un realizador habituado a temáticas similares a las de este film. Sin embargo, la mano de Alex y Stephen Kendrick se nota más allá de su participación en el guion -o del papel secundario del primero-, ya que estamos ante uno de sus típicos melodramas familiares, que son recibidos con entusiasmo entre el público cristiano estadounidense.

La trama comienza estructurándose mediante dos líneas. Principalmente sigue a David, cuyos padres adoptivos le animan a que contacte con los biológicos, aunque la idea les pueda generar cierto temor. Por otro lado, conocemos que su madre biológica tuvo un embarazo imprevisto en su época de estudiante. No podía hacerse cargo del bebé, pero no quiso abortarlo y optó por darlo en adopción.

La cinta viaja al pasado a través de distintos flashbacks, donde sorprende -en una producción de limitados medios- el eficaz rejuvenecimiento digital de los padres adoptivos, interpretados por Rebecca Rogers y Kirk Cameron. Este último vuelve a trabajar con los hermanos Kendrick, tras el importante éxito que supuso Prueba de fuego.

Los Kendrick nunca han sido de sugerir. Los mensajes de sus películas son directos y esta no es una excepción. En este caso, lo más achacable es que apenas haya conflictos y los que se presentan estén poco desarrollados. No obstante, junto a Peeples consiguen armar una historia emotiva, con un indudable potencial para llegar al espectador. Ayudan bastante los toques de humor que aporta el mejor amigo del protagonista, afanado en grabar lo que sucede para un documental.

El largometraje ha tenido dificultades para su distribución en Estados Unidos por su fondo provida. No sigue la línea de denuncia de Unplanned, aunque hay algunas secuencias que recuerdan a esta, una de ellas impactante. Ahí el film sí que es sutil e incluso más efectivo. Lo que propone es una tercera vía para embarazos no deseados: la adopción. Esa es la valiente elección de Melissa, con la que proporciona un buen chico a una buena familia y después puede reconciliarse con su pasado, intentando reconectar con esa marca que le dejó la vida.

Marca de vida (fotograma)