4 estrellas
8
Matar a un ruiseñor
Título original: To Kill a Mockingbird
Año: 1962
País: Estados Unidos
Duración: 129 min.
Género: Drama
Categoría: Películas con valores
Edad: +7
Director: Robert Mulligan
Guion: Horton Foote
Música: Elmer Bernstein
Fotografía: Russell Harlan
Reparto: Gregory Peck, Mary Badham, Phillip Alford, John Megna, Frank Overton, Rosemary Murphy

Durante la Gran Depresión, en una monótona población de Alabama, el abogado Atticus Finch acepta la impopular defensa de Tom Robinson, un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Su decisión le granjea el rechazo de parte de sus vecinos. Mientras tanto, sus hijos Jem y Scout, en compañía de un amigo de ambos, dirigen su atención hacia el misterioso Boo Radley, un joven sobre el que circulan oscuras leyendas.

La primera y única novela en más de medio siglo de la escritora Harper Lee dio pie a esta magistral película. La obra de Lee, premiada con el Pulitzer, es un clásico de la literatura convertido en un clásico del cine, gracias al excelente trabajo del guionista Horton Foote, la apuesta como productor de Alan J. Pakula y la dirección de Robert Mulligan. La autora acabó muy satisfecha con la adaptación de su libro a la gran pantalla, algo que no siempre sucede.

La historia se desarrolla en una localidad rural del sur de Estados Unidos y está articulada en tres capítulos. La parte central resulta particularmente lograda, con la escenificación del juicio a Tom Robinson. Nadando a contracorriente, Atticus echa el resto para tratar de superar con argumentos los recelos del jurado hacia el procesado, a causa de su color de piel.

Los hijos del abogado son víctimas colaterales de una controversia que irrumpe en su infancia, revelándoles una injusta realidad que, a su tierna edad, aún ignoraban. El relato está narrado con retrospectiva por Scout. Ella y su hermano perdieron a su madre, pero crecen con la sólida referencia de su padre, quien les educa desde el ejemplo. Atticus es un letrado lúcido y templado, que se guía por su conciencia, haciendo lo que considera correcto. Sus actos le convierten en un héroe cotidiano y en un modelo de paternidad.

El personaje de Atticus era todo un caramelo para Gregory Peck y el actor supo aprovechar la oportunidad, bordando un papel que le deparó un Óscar. Los otros dos que ganó la producción fueron a parar al guion de Horton Foote y a la dirección artística. El film supuso el debut en el cine de Robert Duvall, representando a Boo Radley.

Matar a un ruiseñor es una de las mejores películas que se han hecho sobre intolerancia racial. Su trama está consolidada por elementos simbólicos tales como un perro rabioso que llega al lugar y que Atticus, en una metáfora de la situación a la que se enfrenta, se dispone a abatir para que no contagie la rabia al resto. Pese a una cierta ambigüedad en su final, la cinta contiene interesantes argumentos acerca de temas como la tolerancia, la conciencia, la justicia o la infancia que, décadas después de su estreno, continúan haciendo su visionado muy disfrutable y dan pie a una buena tertulia.

Matar a un ruiseñor (fotograma)