3 estrellas
6
Nazarín
Título original: Nazarín
Año: 1959
País: México
Duración: 94 min.
Género: Drama
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Luis Buñuel
Guion: Luis Buñuel, Julio Alejandro
Música: Rodolfo Halffter
Fotografía: Gabriel Figueroa
Reparto: Francisco Rabal, Marga López, Rita Macedo, Ignacio López Tarso, Ofelia Guilmáin

Principios del siglo XX. El padre Nazario comparte lo poco que tiene con aquellos que están a su alrededor. Su generosidad, sin embargo, dará lugar a habladurías cuando acoja en su hogar a una prostituta para protegerla. La controversia suscitada, unida a un incendio en su casa, le obligará a buscar otro sitio donde vivir.

Durante su exilio en México, el aragonés Luis Buñuel rodó esta adaptación de la novela homónima de Benito Pérez Galdós. El realizador, declarado ateo, elaboró una película de temática cristiana compleja e incluso contradictora, pero que contiene una serie de matices y reflexiones que dotan a la obra de un especial interés religioso. La historia se escenifica de forma muy ascética y está protagonizada por un convincente Paco Rabal, mucho más cómodo en su papel de clérigo que en El canto del gallo, de Rafael Gil.

En el padre Nazario abundan las referencias cristológicas, pues es fiel reflejo del Evangelio llevado a la práctica con sencillez. La compasión, el perdón o el amor al prójimo serán sus compañeros a lo largo de un ingrato viaje, en el que se cruzará con personas toscas y poco comprensivas con él, incluyendo a algunos compañeros eclesiásticos.

Las gentes que el religioso va encontrando han interiorizado una fe supersticiosa, fruto de su analfabetismo, y Nazario tratará de inculcarles una base, explicándoles la doctrina cristiana y los sacramentos. Su vagar por tierras mexicanas sin rumbo fijo recuerda al del sacerdote de El fugitivo, de John Ford, con la significativa diferencia de que aquel era ciertamente gris, sin el brillo del padre Nazario.

La cinta fue galardonada con el Premio Internacional en el Festival de Cannes, en la edición de 1959.

[El siguiente comentario revela partes importantes de la trama]
El final del largometraje es, sin duda, la parte más ambigua. Nos presenta a un Nazario cansado de ser vilipendiado y frustrado al no ver el fruto de sus buenas acciones, en un entorno devorado por el mal. La desesperanza latente en su mirada, mientras camina errante, es el resultado de un film cuyo enfoque está alejado de las Bienaventuranzas. No debería interpretarse solo como una visión de lo infructuosa que puede ser la caridad cristiana -aunque fuera el objetivo del autor-, sino del mismo hecho de hacer el bien a los demás, con independencia del credo del benefactor.

Nazarín (fotograma)