Año: 2000
País: Italia
Duración: 200 min. (2 capítulos)
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Carlo Carlei
Guion: Carlo Carlei, Massimo De Rita, Mario Falcone
Música: Paolo Buonvino
Fotografía: Gino Sgreva
Reparto: Sergio Castellitto, Pietro Biondi, Gianni Bonagura, Andrea Buscemi, Raffaele Castria
Esta producción para la televisión italiana, dividida en dos capítulos de más de hora y media de duración, nos relata la historia de Pío de Pietrelcina. La trama comienza en su vejez y recorre distintos episodios de su vida, mediante largos flashbacks. Con este recurso narrativo se remonta a su infancia, en la que comenzó a tener visiones divinas, y va mostrando la evolución espiritual de un franciscano capuchino que luchó enconadamente contra los constantes ataques del demonio.
La película contó con la correcta dirección de Carlo Carlei, que logró una propuesta entretenida y realmente efectiva, en cuyo resultado final tuvo mucho peso la notable actuación de Sergio Castellitto. El intérprete supo dar con el tono adecuado en su representación del santo, ofreciendo un oportuno equilibrio entre misticismo, carácter y humor. Su trabajo, además, estuvo respaldado por una buena caracterización, especialmente en la ancianidad del personaje.
El argumento se hace eco de la popularidad del padre Pío, un hombre que movía a multitud de fieles que se acercaban a él en busca de consejo y confesión. La cinta también recoge las dificultades con las que irá tropezando en su camino, como consecuencia de las suspicacias surgidas en torno a su capacidad profética y para obrar milagros, entre otras cualidades extraordinarias. A estos dones se sumará el fenómeno de los estigmas, por el que será considerado como un impostor por la propia Iglesia católica y apartado de su ministerio durante diez años.
La Santa Sede fue la mayor escéptica hacia el fraile en un primer momento. Más adelante, acabaría reconociendo la veracidad de los hechos y canonizando al religioso, en una ceremonia oficiada en el año 2002 por Juan Pablo II, de quien el padre Pío predijo que sería papa.