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Popieluszko, la libertad está en nosotros
Título original: Popieluszko. Wolnosc jest w nas
Año: 2009
País: Polonia
Duración: 109 min.
Género: Drama, Biográfico
Categoría: Películas cristianas
Edad: +13
Director: Rafal Wieczynski
Guion: Rafal Wieczynski
Música: Pawel Sydor
Fotografía: Grzegorz Kedzierski
Reparto: Adam Woronowicz, Zbigniew Zamachowski, Marek Frackowiak, Joanna Szczepkowska

El pueblo polaco atraviesa una convulsa época, marcada por la represión de las autoridades comunistas. Esta dura opresión es desafiada por los obreros, organizados mediante el sindicato Solidaridad. En sus reivindicaciones, los trabajadores cuentan con el apoyo de la Iglesia católica, que tiene en el sacerdote Jerzy Popieluszko a uno de sus máximos exponentes. El religioso despierta tanta simpatía entre muchos conciudadanos como animadversión en el seno del régimen, donde lo consideran una amenaza para sus intereses.

La figura de Popieluszko ya había sido llevada al cine por su compatriota Agnieszka Holland a finales de los ochenta, poco antes de la caída del comunismo. Aquella película, titulada Conspiración para matar a un cura, cambiaba los nombres reales de los personajes y era el fruto de una coproducción entre Estados Unidos y Francia. Ahora nos llega este biopic, financiado y escenificado íntegramente en Polonia, acerca del carismático sacerdote brutalmente asesinado por los mandamases de su país en 1984 y beatificado por Benedicto XVI en 2010.

La cinta aborda los hechos que conmocionaron a una nación, trasladados a la pantalla con fidelidad por Rafal Wieczynski, quien aquí ejerce como director y guionista, aunque su carrera ha estado principalmente ligada a la interpretación. Su aproximación cinematográfica a Popieluszko muestra a un hombre muy comprometido con la justicia, cuyas acciones no se dirigen contra nadie ni parten de motivaciones políticas, sino que brotan del mismo Evangelio y de su carácter patriótico.

El largometraje recoge el modo en que Popieluszko, como líder espiritual, apelaba al perdón hacia aquellos que estaban cometiendo graves atropellos -y acechaban su propia vida-, ya que su idea de libertad no se restringía a las estructuras sociales. El cambio también debía ir acompañado de una convivencia no contaminada por el odio y el miedo.

El film está realizado con un cierto aire televisivo y, en algunos momentos, el montaje resulta algo atropellado, pero estamos ante una historia que da para mucho. Esta adaptación resulta convincente, a la vez que cumple con su misión de denunciar algunas de las injusticias perpetradas en la Europa del Este, durante el siglo XX. En el reparto encontramos la singular presencia del cardenal Jozef Glemp, representándose a sí mismo, mientras que el protagonismo recae en Adam Woronowicz, un actor con un significativo parecido con el mártir polaco.

Popieluszko, la libertad está en nosotros (fotograma)