Año: 2010
País: Italia
Duración: 114 min.
Género: Drama, Comedia, Biográfico
Categoría: Películas cristianas
Edad: +7
Director: Giacomo Campiotti
Guion: Mario Ruggeri
Música: Marco Frisina
Fotografía: Marco Onorato
Reparto: Gigi Proietti, Francesco Salvi, Roberto Citran, Sebastiano Lo Monaco, Francesca Chillemi, Josafat Vagni
En el oratorio del sacerdote Felipe Neri nunca faltan las atenciones hacia los más necesitados. Tampoco la formación para jóvenes con pocos recursos, a los que el religioso también acerca a la liturgia con alegría y muchos cantos, en unos tiempos convulsos para la Iglesia católica.
La televisión italiana sigue produciendo biografías de santos y papas muy dignas, respaldadas por altos índices de audiencia. Esto ha propiciado que Prefiero el paraíso se haya estrenado en las salas de cine españolas, con una correcta edición de la versión televisiva.
La película cuenta con la dirección de Giacomo Campiotti y con un guion del debutante Mario Ruggeri. Se desmarca de los habituales biopics, aunque sin prescindir de pasajes algo convencionales. Sin embargo, son ciertamente excepcionales dentro de un relato desarrollado con momentos de brillantez y salpicado por ingeniosos toques de humor. Campiotti no puentea los milagros sucedidos en torno al clérigo, sino que los recoge y sale airoso del difícil reto.
El largometraje, que muestra el contexto socioreligioso de la época, hace hincapié en el carisma de Neri, interpretado por Gigi Proietti. El experimentado actor italiano se luce en un papel que se prestaba a ello, representando a un hombre afable que esperaba ser enviado como misionero a las Indias. Su figura ya había sido trasladada a la pantalla durante la década de los ochenta en la cinta Sed buenos… si podéis, cuyo título estaba tomado de la famosa expresión del santo. Hay que apuntar que esta nueva adaptación tiene la hondura y sutileza que le faltaban a la anterior.
A Felipe Neri le tocó vivir en una etapa de crisis dentro de la Iglesia, marcada por los Médici. Las luchas de poder de estos poco tenían que ver con la búsqueda de bienes espirituales. Su modus operandi había contaminado a muchos eclesiásticos de Roma, arrastrándoles hacia la indiferencia. El film nos presenta a un sacerdote que toma un camino diametralmente opuesto, ejerciendo su labor mediante la caridad y acercando la fe al pueblo.
Este patrono de los educadores y humoristas, canonizado en 1622 por Gregorio XV, eligió estar al lado de los más humildes. Declinó su nombramiento como cardenal, porque evitaba los honores hacia su persona. Asimismo, fundó la Congregación del Oratorio y fue conocido como el Apóstol de Roma por su evangelización de la ciudad.