Año: 1941
País: Estados Unidos
Duración: 118 min.
Género: Drama
Categoría: Películas con valores
Edad: +7
Director: John Ford
Guion: Philip Dunne
Música: Alfred Newman
Fotografía: Arthur C. Miller
Reparto: Walter Pidgeon, Maureen O´Hara, Anna Lee, Donald Crisp, Roddy McDowall, John Loder, Sara Allgood
La familia Morgan vive en un pequeño pueblo minero de Gales, donde el trabajo en la mina supone el sustento esencial para sus vecinos. Cuando comienzan a surgir problemas con los patrones, brotarán importantes discrepancias entre los jornaleros. Estas se trasladarán al seno de los Morgan, al oponerse el padre a que sus hijos formen parte de un sindicato, a través del que pretenden combatir los abusos laborales.
Tan solo un año después de estrenar Las uvas de la ira, John Ford presentó otro excelente alegato por la justicia social, mediante un melodrama con el que también realiza un hermoso canto a los valores familiares. Ford consigue que lo sublime parezca sencillo, con una cinta rodada e interpretada con maestría.
La historia parte de una novela de Richard Llewellyn, adaptada al guion por Philip Dunne. Está narrada por Huw, el menor de seis hermanos, apremiado a madurar antes de tiempo, a la vista de las circunstancias. El chico será testigo de las tensiones laborales que atañen de lleno a los suyos, al mezclarse diferentes puntos de vista, aunque siempre desde el cariño y el respeto a la autoridad del padre, cuya figura complementa a la perfección su abnegada esposa.
No estará al margen de la situación el señor Gruffydd, pastor de la iglesia local, que anima la formación de un sindicato. Su modo de actuar le coloca como el referente moral del humilde rincón de Gales en el que ejerce su ministerio, siendo el contrapunto a la opresiva religión propuesta por los decanos de su comunidad, basada en la condena y no en el amor.
La fe y el mutuo afecto serán los dos grandes pilares en los que se apoyarán los Morgan, para enfrentarse a la difícil existencia en un lugar que se contamina a la par que las almas de sus moradores. Atrás quedarán los tiempos en que los cánticos marcaban el ritmo de cada día. Aquella época da paso a una realidad mucho más cruda, que obligará a tomar decisiones trascendentales con consecuencias que marcarán el devenir de los acontecimientos.
Este clásico del cine derrotó en los Óscar a Ciudadano Kane, llevándose cinco estatuillas, en los apartados de película, director, actor de reparto -Donald Crisp-, fotografía -blanco y negro-, y dirección artística -blanco y negro-.